jueves, 26 de septiembre de 2013

SUENAN TAMBORES

Suenan tambores de revuelta, acaso de insurrección, quizá de revolución. Y son múltiples las señales de alarma. Así, en Francia se van extendiendo casos de guerrilla urbana mientras el Gobierno endurece el tono y la represión (hasta el punto de intentar prohibir el uso de pasamontañas en las manifestaciones,imitando al homólogo griego), crecen los secuestros de empresarios y los saqueos de fábricas; hasta el lenguaje de los políticos del Sistema (los mismos que han conducido a la actual situación) se radicaliza: para el Presidente de la República “no se consigue el éxito de una empresa contra los asalariados”,y señala a los “patrones voraces”. Desde la oposición, Ségolène Royal se refiere a los obreros “fragilizados, pateados y despreciados”. Y François Bayrou (centrista de origen demócrata cristiano) recupera el lenguaje y quizá el espíritu del Programa del MRP (el partido demócrata cristiano de la posguerra, cuyo programa hoy dejaría pálido al de IU) estigmatiza “la gran avería del ascenso social”: no sólo no pretende “componendas con el capitalismo [sino que] estoy en confrontación con él y llevo a cabo una batalla encarnizada con la política de fomento de las desigualdades”.


En los USA, a su vez, se reorganiza la extrema-derecha, los ciudadanos le echan la bronca al Gobierno por las ayudas a los bancos y se movilizan contra los desahucios; mientras, los jubilados (que han visto por miles desaparecer sus pensiones o que tienen mucha familia en el paro) hacen cola ante las oficinas de empleo, se multiplican las “matanzas de carácter social”(casi siempre como venganza por un despido1) y los suicidios (y no sólo de banqueros arruinados) pero, además, se liberan anticipadamente presos porque no hay dinero, las inversiones han caído casi un 38% en un año, y las quiebras en cascada ven, sin embargo, subir como la espuma el negocio nuevo de la venta de óvulos y de prácticas vasectómicas. Japón ve dispararse su pobreza (y lo que le queda, habida cuenta que los analistas le atribuyen una crisis sin equivalente en los últimos treinta años) y se registra una caída de sus exportaciones en un 33% en lo que va de año. Las revueltas (a veces hasta por hambre) se extienden desde Islandia a Madagascar, pasando por el Norte de África y Europa Oriental. En cuanto al Partido Comunista Chino, se halla obsesionado por una posible “implosión social”.

En Alemania, se multiplican las sopas populares para… niños2 y ya comienzan a sentirse las consecuencias de la excesiva importancia del sector exportador. En Hungría, los jubilados se están dedicando masivamente a la venta ambulante. Y, mientras para Le Monde, “el paro masivo se regeneraliza”3, los banqueros reconocen que no tienen ni idea de qué soluciones aplicar antes de que se derrumbe el consumo y se dispare la delincuencia; y por doquier, los notarios someten a sus bufetes a duros EREs y los pseudo-populistas o bien se mantienen (caso de Italia) o bien progresan (por ejemplo,en Holanda; el etno-populismo despunta ya en Inglaterra, Italia y... España con las consiguientes manifestaciones en contra de los trabajadores inmigrantes).

Y la izquierda socialdemócrata aparece como estupurosa y programáticamente desbordada. Según Jean Michel Normand “la socialdemocracia pierde terreno en Europa... (y ello aun cuando, como es el caso del SPD alemán, radicalice su programa) y la crisis no la está beneficiando “a la vez que asistimos al crepúsculo del social-liberalismo”


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